domingo, 20 de febrero de 2011

Ouija en el cementerio

Un día algunos de nuestros amigos y nosotras (Carolina y Antia) quedamos en el cementerio a las 12 de la noche para jugar a la ouija.
En seguida contactamos con un espíritu, un escalofrío recorrió nuestras espaldas, las de Cris, Dany, Carmen y las nuestras, mientras el vaso se movía solo.
El espíritu nos dijo que como castigo por haberle molestado, debíamos pasar esa noche en el cementerio, sin decirle nada a nadie, o algo terrible ocurriría.
Dany, Cris y Carmen, que no les tenían miedo a los espíritus, dijeron que esa noche no la pasarían en el cementerio.
Nosotras decidimos quedarnos allí.
Pasamos la peor noche de nuestra vida. Nos acurrucamos bajo un árbol, temblando, escuchando los sonidos de la noche.
Cuando por fin amaneció, salimos corriendo hacia nuestras casas, y en la carretera nos encontramos tres ambulancias...Un grito quedó atrapado en nuestras gargantas al descubrir que ¡NUESTROS TRES AMIGOS YACIAN EN LA CARRETERA!
Al parecer, habían aparecido muertos esa madrugada, misteriosamente, en la carretera.
Desde ese día nunca jamás volvimos a jugar a la ouija.

Carol

Muerte perversa

La curiosidad mató al gato...
Nunca me perdonaré por lo sucedido, todo fue culpa mía y por eso quiero morir...
Todo aconteció en una tarde de verano, mis amigas y yo caminábamos por el parque que está cerca de mi casa. Platicábamos y reíamos

¡Miren eso! señaló Magda al pie de un ahuehuete.
Nos acercamos a las raíces del viejo árbol; algo brotó de las entrañas de la tierra.

¡Es una Ouija! dijo Liza al momento de tomar la tabla.
¡Deja eso! exclamé horrorizada al ver ese objeto que desprendía maldad.
No seas miedosa, me reclamó Erica es sólo una tabla.
Regresamos a la caminata pero cargando con la ouija. Mis amigas no paraban de comentar lo que le preguntarían a la dichosa tabla. Yo no le quitaba la vista al objeto hasta que salimos del parque.
Las chicas se psusieron de acuerdo para ver quién sería la que se llevaría el tablero. Por desgracia, fuí yo la elegida, porque era yo quien vivía más cerca del parque y me familia había salido por unos instantes. Inventé mil pretextos para no llevarla, sin más comentarios me entregaron la ouija. Al tomarla, un aterrador escalofrío recorrió mi espalda. Me dirigí con cautela hacia mi casa, vigilando que ningún vecino me viera cargando la ouija. Entré a mi casa, aún no había llegado mi familia; rápidamente entré a mi habitación y dejé la tabla debajo de la cama.
Los siguientes días le colocaba el seguro a la puerta de mi alcoba para que ninguno de mis hermanos entraran y descubrieran la ouija, o sino me metería en problemas con mis padres, porque ellos eran muy devotos a su religión católica. No obstante, sentía curiosidad por manejar ese juego, desconociendo que la curiosidad fue la causante de mi desgracia. Coloqué el tablero sobre mis rodillas, tomé un vaso de cristal y lo coloqué en medio de la ouija. Al principio no se movía, luego se deslizaba el indicador lentamente, había entrado en contacto con un ente del más allá.
Apartir de entonces, diario le hacía preguntas a esa entidad. Ya no era necesario colocar mis manos, el indicador se movía muy rápido respondiendo a todas mis dudas.
Cada día me veía pálida y ojerosa, eso era porque casi no comía y descansaba. En la secundaria no prestaba atención y le había mentido a mis amigas que había perdido el tablero.

Un día, había tenido una pelea con mi novio; por mi mente pasaba que Carlos me engañaba con otra. Decidida, de nueva cuenta consulté al espíritu. Le pregunté que si mi novio salía con otra chica a mis espaldas. "SÍ", fue su respuesta. Pregunté por el nombre de la persona con la que me engañaba, la ouija formó un nombre: Clara, incluso me dio su dirección.
Fuí a la casa de esa chica para encararla e impedir la continuación de ese noviazgo. Al tocar la puerta, salió un hombre mayor de edad. Con nerviosismo, fingí que era una amiga de Clara.

Eso es imposible, agregó el señor quien al parecer se trataba del padre de ella. Su mirada se clavaba en la mía. Clara no tiene amigos, además ella es sólo una niña...
Me quede paralizada, me enteré que Clara era pequeña que batallaba con una terrible enfermedad. Regresé a casa muy confundida, ¿por qué el espíritu me había engañado?. De repente, una voz cavernosa retumbaba en mi mente.

¡Estúpida, gracias a tí, pude alimentarme de un alma inocente! se burlaba de mí esa voz, yo no entendía nada ¡Ja, ja, ja! ¡Sólo te utilicé para llegar a esa niña y quitarle su miserable alma!
Me enteré que la menor había fallecido pero no a causa de la enfermedad, porque ya se estaba recuperando.
Ese maldito me usó para matarla...

El Último Beso

Me observo en el espejo, de mis ojos brotan lágrimas. Las toco con la punta de mi dedo y simplemente, se destruyen, se desvanecen...

Siguen rodando por mis mejillas, hasta tocar mis labios; tienen un sabor amargo a sal y como me recuerdan tus besos.

Aún no entiendo porque te has marchado, sin siquiera dar una razón y me dejas aquí sacando profundas y asfixiantes lágrimas todas las noches.

Mi alma era oscura, pero ahora no se si aún cuento con ella para seguir viviendo, me dejaste sin aire.

Hoy hace un año que te fuiste y sigo aquí parada junto a tu tumba, esperando a que salgas y me abraces como solías hacerlo.

Jamás imaginé tal soledad, lo único que pasa en mi cabeza es la manera en que me tocabas, en que prometías estar a mi lado siempre, por toda la eternidad. Pero has fallado en tu promesa, no estás.

Tomo la navaja, tal vez eso me lleve a ti; la paso por mis muñecas sin compasión, mientras espero que el líquido de la vida, rojizo y pegajoso se extienda en tu nuevo hogar. Siento como el aire se acaba, como mi corazón se debilita y como mis lágrimas se hacen más grandes y más profundas. ¿Hasta donde puede llegar el amor por alguien?

Mis últimos suspiros salen de mi boca, el frío comienza a invadir mi cuerpo, cada segundo se debilita. La sangre te ha cubierto y ha cubierto mis vestidos...

Te veo, estas ahí; me esperas con los brazos abiertos, corro hacia ti y me refugio en tus brazos. Ya no será el ultimo beso porque al fin, estaremos juntos por toda la eternidad...

Diálogo

¿Qué miras?, ¿No te gusta lo que ves?. Esto que estas viendo es TODO, es el terror, la vida, la MUERTE.
Soy todo lo que te rodea, incluso soy tu alma,tus sentimientos, ese temor que sientes ahora al verme.
¿Qué mierda quieres de mi?, ¿que te he hecho yo para que me hagas lo que me estas asiendo?
¡¿Qué me hiciste?! JAJA, no me hagas reir, ¿¡qué me hiciste!? naciste, eso me hiciste, eres un maldito idiota y lo único que logras es cagarme la vida, me destruyes.
¡Pero no digas eso! yo te cree, yo hice que tu estuvieras aquí, en mi casa, con mi familia, mis amigos, mi gente!
Tú lo único que hiciste es cagarme, crearme en tu enferma mente y arruinarme, hacerme quedar como un idiota.
¿yo?, yo siempre te defendí, puse mi cara para recibir YO esos golpes recibidos por papá, los chicos de la escuela, por todo los que te rodean, mejor dicho NOS rodean.
¡Eres un maldito! el que siempre recibe los golpes soy yo, las burlas, las quejas, y sobre todo soportarte a tí, que es mi peor castigo. Pero eso terminara... pronto terminará. Date la vuelta, ¿me ves? ¿ves en ese espejo? ese somos tú y yo, la misma persona pero con diferente mente, yo soy inteligente y tu no. Por eso voy a acabar contigo, mejor dicho con nosotros.
¿De qué estás hablando?, acabas de decir que tú y yo somos una persona, si me matas a mi tambien vas a morir tu.
No me importa morir. Prefiero la muerte antes que sufrir lo que estoy sufriendo en este instante. ¿ves esa hoja de afeitar en tu mano?, es el objeto de nuestro "suicidio".
No lo harás.
¿Quieres probar? mira. (Se corta una vena).
¡AAAHHHHH!
¿Te duele?, ami tambien pero soy capaz de dejarte morir desangrado y reirme, disfrutarlo.
Matame ahora y listo. No soporto más.
Esta bien, como tu quieras...

La Vengativa

Guillermo Knoll

¡¡Esta vivo!! ¡¡Esta vivo!!” grita el frenético Dr. Frankenstein regocijándose por su obra, del otro lado de la pantalla del televisor observa con admiración y celos un joven estudiante de medicina, Guillermo Knoll.
Joven sin remordimiento, él no tiene noción del bien para la comunidad, por que no lo quiere, él quiere el bien para su ego y orgullo. Habitante de Berisso y desde allí observa el rotor de la vida humana y como lograr su obsesión, si lo hace en nombre de la ciencia nadie lo acusará de absolutamente nada.
Knoll estudia en su habita llamado así por ya paso de ser un simple cuarto a comedor, archivador de documentos y mundo privado, estudia la magia negra de africana para entender como puede crear su zombi, así nomás, llanamente.
Cree que puede lograr su propio zombi sin tener que revivir un ser humano, aunque este era su pensamiento anteriormente.
Tantos segundos, minutos y horas de estudio sobre el tema hacen que uno de sus amigos, el único que le queda en realidad, lo saque de su casa a la fuerza y lo lleva a un pub.
Guillermo no tiene el menor interés en bailar ni socializar, solo ve las botellas del otro lado de la barra y tiene un principio de idea sobre su proyecto y saca un diminuto lápiz de su campera y escribe en un pequeño diario experimental:
“Creo haber encontrado una nueva manera de lograr mi objetivo, pero este ya es la séptima vez que lo logro…”.
Knoll observa a su alrededor y continua buscando la respuesta a su pregunta y en una de sus miradas ve a una joven riendo con otro joven y lo que al parecer es su amigo le cubre la vista de su bebida y coloca dentro de ella un polvillo blanco y esta persona ve a Guillermo y cuando lo hace, este nota la misma mirada que el tiene cuando realiza sus experimentos. Tenia un principio de idea fabuloso, de primera categoría, pero como lograr que el efecto dura por siempre o tiempo prolongado.
Los sigue toda la noche, como sombra de luna, el quiere ver que sucede, el chico deja caer a la chica en la acera y corre, Knoll se decepciona pero va a buscar a la chica y se la lleva. Involuntariamente le salva su integridad física, de seguro, se convierte en un héroe, pero poco le importa no tanto como descubrir como mantener el efecto narcotizado de la joven.
Al día siguiente abre sus ojos, su cabeza le da vueltas y no siente con normalidad los sentidos y facultades d su cuerpo y Knoll no esta a la vista pero la ve y observa esto, lo nota en sus movimientos corporales, la joven se levanta y para ese entonces Knoll comprende su objetivo, sabe lo que es necesario para crear su obra maestra, su maravilla, aguarda a la que la joven salga de su casa para recopila lo esencial del material recolectado en su libro.
Días más tarde, experimenta con su perro, como lo hizo el Dr. Frankenstein, le da una combinado de drogas legales bien minuciosamente pensadas y preparadas, tras días de pruebas con animales vecinos descubre de tanto estudio sobre la cultura medica africana, que si lo droga, entierra y desentierra días después, el perro será un zombi real, no despertara a un muerto de su tumba si no que hará que un vivo continué vivo pero bajo su control, ese es un zombi ahora para Guillermo.
Tres días más tarde, desentierra a su perro, desclava la caja donde lo guardo esos días y el perro respira con dificultad y titilan sus ojos, le demanda una hora y minutos poder abrirlos un poco y reponerse, Guillermo lo saca por completo de la caja y el perro se tambalea de aquí para allá y deambula, un poco más al extremo de como lo hizo la chica en el pub y fuera de el.
Día por medio vuelve a la universidad y le comenta a su profesor su logro, había creado su propio zombi y no era como en las películas, era algo completamente científico.
– ¿Le pusiste los tornillos? – pregunta Alejandro Kwara, un compañero de clase de Guillermo, lo escucho y ahora se burla de
él – Cállate, esta viendo muchas películas me parece, Knoll – finaliza.
Esas burlas hacen que se le escape una sonrisa a su profesor y de inmediato sabe que debe demostrarlo, a su profesor y a su compañero, ninguno lo toma enserio y él acababa de descubrir un gran paso de la ciencia, ese paso que nadie vio, él pudo verlo. Es más piensa utilizar a su compañero como objeto de su obsesión.
Día tras día observa a Kwara y hace sus anotaciones pertinentes:
“El sistema corporal de un animal ser humano es diferente al de un animal por naturaleza, el efecto provocado por las drogas suministradas por mis manos a mi el perro lograron un efecto inmediato, de cuestión de segundos, por lo tanto el efecto en un ser humano debe ser tardío y por ende el entierro también debe ser tardío”.
Observa todo de su compañero, tiene que conocer al paciente para poder manipularlo y nota que Kwara tiene la costumbre de tocarse la nariz cada vez que toca sus carpetas, libros, a otras personas, perillas de puertas y es por ahí donde entrara la droga.
Entiende que no puede hacerlo al azar y con poco conocimiento sobre drogas, por ello le pide a su hermano, un estudiante de policía, libros que estén en poder de la fuerza que hablen sobre los distintos tipos de drogas y su accionar en el cuerpo humano y respuesta del mismo. Para ello también consulta los libros de la biblioteca universitaria.
Semanas preparando su presentación para él por el momento, llega el día, conquisto la química y logro secar todos los componentes de la droga que utilizara de la que escribió: “No puedo especificar el veneno en este boletín por que tendría problemas, pero es importante redactar mi experiencia, no publicare el nombre de la droga por que todavía no pienso compartir mi descubrimiento. Lo quiero compartir es mi gran ingenio, al efectuarse sobre el sistema de Alejandro Kwara lo hará parecer muerto inarticulara su pecho por lo cual nadie podrá ver si respira, su boca quedara al descubierto por lo que aspirara y exhalara por ella con disimulo, sus signos vitales decaerán tanto que quien lo revise no podrá detectarlos pero continuaran funcionando y luego será mi zombi”.
Baña con la droga seca la perilla de la puerta del salón donde más concurre Alejandro Kwara y se aleja desvaneciéndose entre los alumnos de la universidad.
Alejandro tira la puerta hacia su cuerpo, ingresa al aula y cierra la puerta detrás de él e inmediato hábito sobrepasa la palma de su mano aplastando su nariz y respira con normalidad y se sienta en una silla próxima a él.
César anda de un lado hacia otro de la vereda de la universidad esperando algo.
Sale Kwara hecho un papel mojado y ante los ojos sórdidos de Knoll cae de lleno sobre el asfalto y pocos corren en su urgencia entre esos Guillermo, sosteniéndolo para levantarlo y llevárselo, aun los signos que tenia que disminuir y anular ante la vista publica todavía no sucede y para colmo.
– Disculpe, soy medico – dice un hombre que aparece por detrás de Guillermo, ante la mirada desprevenida de este.
– ¡No necesita un medico idiota, me necesita a mi! – grita Knoll, por el momento de entusiasmo y luego temor se extraviaron sus palabras y ahora no halla otras para remediar la situación solo una mirada agudo y fija para ese medico.
– Soy medico – aplaca el hombre.
– ¡¡Usted no es nada!! – dice Knoll, enfurecido por que teme que sus planes fracasaran, es todo lo que encuentra para decir.
Momento de tensión que es opacado cuando el medico le informa.
– Le revise el pulso y no tiene signos de vida – dice el medico para alivio de Guillermo, había funcionado a la perfección lo pensado por él, no así la situación de llevárselo.
– Creo que igual habría que llevarlo al hospital urgente – dice el medico – ¡¡Es urgente, usen sus celulares para hablar al hospital, dejen de escuchar música o lo hagan!! – le grita a un grupo de jóvenes estudiantes.
Guillermo Knoll no tiene miedo de que lo lleven al hospital, ahora es seguro que la droga funciona y en hospital no hallaran nada de vida en Alejandro Kwara.
Previendo esta situación, en los días de investigación, Knoll aprovecho para hacer amistad con la familia Kwara, sobre todo con la madre, desde esa posición puede aprovecharse de la voluntad de la madre para el futuro cadáver de su hijo.
– Yo llamo a la madre – dice Knoll a quien le preste atención.
Consecuente la familia entierra directamente a Alejandro, sin permitir que se le realice la autopsia, Knoll tuvo que ver en ello dictándole a la madre de Kwara que en las autopsias los médicos les quitan los órganos a los cuerpos para venderlos en el mercado negro y luego rellenan el cuerpo de diario y paja para encubrir sus males, además otro factor de esta decisión es que la religión de la familia cree que se deshonra al cuerpo por lo tanto debe quedar limpio de cortes y exploraciones internas, Knoll ya lo sabia solo reafirmo esta creencia religiosa para asegurar su cuerpo de creación.
Knoll ordeno a la madre del joven experimento que sea enterrado a un específico metro cuarenta, pero por negativa de la madre lo modifico a dos metros redondos y no más.
Dos semanas pasan en el ciego cajón que es rasgado por uñas de hombre, desde adentro, despertó Alejandro.
Es un zombi, no como en las películas, este es de verdad, no tiene noción de quien es o que hace, solo esta.
Su boca seca como tierra de desierto con cortes profundos del solo estado de encierro, inmovilización, saliva escasa, hambriento, sediento, sucio, pero solo nota la inmovilidad, solo quiere moverse y abrir sus ojos hasta donde no le duelan y ya esta es un zombi de la vida real.
Una semana después Knoll cava de clandestino en el cementerio y hora y media de cavado descubre el ataúd y oye los cerrados chasquidos de uñas en la madera.
Abre la tapa de la urna contenedora de su creación, la que hizo posible la desintegración mental de Alejandro, la que lo almaceno como alimento a madurar, lo levanta en brazos y la droga que lo enveneno y el encierro de semanas en el ataúd dejaron a la persona como ida, con dificultades mentales y Knoll expresa en su diario científico:
“No podía escribir, en ese momento, al respecto por que tenia que sostenerlo, pero quería escribir mas que nada.
Sus facultades mentales existen, pero me pertenecen”.
Lo que hace que apenas la persona se mueva con dirección propia.
Alejandro camina por delante de Guillermo con disminución mental solo comprende como mover los pies para mantenerse, se tambalea con una soga que Knoll le amarro alrededor de su cintura par controlar su dirección y con una rama de árbol que la maniobra como varita lo golpea para que camine y lo lleva de esta forma paciente y duradera hasta su casa y lo encierra en su galpón con mucho cuidado, no quiere dañar su propiedad que es Kwara.
Insistente e impaciente al otro día después de descansar lleva su reporte a la universidad y la presenta ante varios médicos como estaba previsto que alumnos ostentaran sus proyectos ante reconocidos médicos como un comienzo de lo será su carrera y solo es el hazmerreír de los médicos.
– Pueden verlo si quieren – dice Knoll, desafiante.
– Yo quiero verlo – dice el profesor que se rió de él en el aula junto con el Alejandro despierto y vivaz.
Después de la reunión guía a seis médicos hasta su casa, hasta su galpón donde les muestras a los médicos a Kwara, estos se quedan aterrados por lo que ven, por el estado del joven, con los ojos hundidos, soñoliento y delgado como una hoja amarrado a una pared con una soja estilo marinero, tan gruesa que cubre todo el abdomen del muerto vivo, más vivo que muerto.
Al ver semejante atrocidad se retiran de inmediato tapando sus narices por el hedor que marcha en ese galpón.
Pero lo hacen con una fascinación en los ojos como la de Knoll al ver el comienzo de su proyecto.
Guillermo los sigue con la vista, con las cejas fruncidas, y les da a los gritos algo de verdad.
– ¡¡Ustedes están encantados, capturados como yo por este proyecto tengo un gran logro en mis manos, tengo un Frankenstein de vida real y ustedes me envidian quisieran estar en mi lugar!!.
¡¡Vayan, cuéntenle al mundo sobre lo que ustedes creen, hacia fuera, es un crimen, pero por dentro sienten lo que yo. Orgullo!! – dice Guillermo Knoll y los médicos se retiraron de su vivienda sabiendo que no podían hacer la denuncia, no hacia falta que hablaran quedaba claro que ellos pensaban igual que Knoll, lo más extraño es que pensaban y sentían lo estrictamente lo mismo que él.
Horas más tarde, Guillermo continua en la misma posición por horas mira de ojos llenos por donde se fueron los médicos, que para él a esta altura son mediocres que van a volver a sus pies no para besarlos si no para rogarle.
Ingresa con sus piernas adoloridas al galpón, perdió la noción del tiempo, saca de una caja una manguera a presión para lavar autos, prepara la misma, se apoya en la pared contraria a la de donde esta su Frankenstein y la enciende.
El chorro es tan poderoso que comienza de inmediato a rasgarle la piel al joven, Knoll esta dispuesto a todo para sacarle el olor, para que vuelvan los médicos, no pretendan que no sea hipócrita después de semejante experimento con prueba la vida una para saber si es capaz de hacer algo o no.
Cuando termina, el joven queda prácticamente pelado de piel, pero no hay dolor, vivirá aturdido por siempre por lo tanto no siente.
Al día siguiente lo lleva de paseo un macabro paseo para ustedes, pero para él es un rencuentro con su familia, con la familia del joven, espera que lo vean para demostrarle a alguien que es un científico.
Lo lleva con la cuerda atada en su abdomen, y ahí están en la puerta de su casa, el joven no tiene conocimiento de su vida siquiera, se abre la puerta de la casa de un tirón y la sonrisa de Guillermo se hace evidente.
Lagrimas de parte del padre del joven por lo que ve, satisfacción de Knoll esa reacción le dice lo que él quiere escuchar, aunque el padre no diga nada.
Dos meses más tarde le entregan un reconocimiento de honor a Guillermo en una sala que ahora lleva su nombre, tan joven y con tanto reconocimiento piensan algunos, quieren conocer su trabajo, pero les basta con que seis médicos lo conozcan, los mismos que se fueron asqueados de su casa.
Reconocen el proyecto sin nombrar su contenido intelectual como “Progreso K” por la “k” del apellido de Guillermo.
Y ese es un respaldo para el Premio Nobel, y se rumorea que cuando llegue el tiempo se lo darán.
Guillermo Knoll, e ahí el futuro de la ciencia de todos los tiempos, director de su proyecto que ya tiene a más de doscientos médicos involucrados, inversionistas a elegir y Frankenstein en vida real tantos como se puedan almacenar en kilómetros de estructuras del “Proyecto K”.
Mientras se cae el cielo viejo, en forma de gotas facilitándole lugar al cielo nuevo abierto, Guillermo escribe sus memorias en su propia sala en el palacio de la junta médica, donde las personas pueden rodearlo a paso contínuo para ver historia, ahora él es el fenómeno y le fascina.

Aleajandro Octavio César

Pánico en la noche

Lo que voy a contar me sucedió en el año 2.006 cuando me trasladé a Madrid a estudiar Medicina en su universidad. Estaba buscando un piso de alquiler barato por la zona céntrica, y cuando ya lo daba por algo imposible encontré la oferta de alquiler de una habitación, en pleno centro. No tenía pensado alquilar solo una habitación, y aunque el casero era un cincuentón desagradable el precio era tan bajo que decidí aceptar hasta que encontrara algo mejor.

Me instalé a los dos días y tras pasar una semana en aquel lugar, decidí que me marcharía lo antes posible. Como sospechaba, el casero era una persona detestable, con la que intentaba hablar solo lo imprescindible, y si podía evitar encontrármelo, mejor. Sin embargo, el no era el principal motivo. Había algo en aquella casa que me inquietaba.

Era una extraña sensación que flotaba en el ambiente, y que me ponía los pelos de punta. En mi habitación, la temperatura siempre era más baja que en el resto de la casa, y por las noches me invadía una sensación de frío que me impedía dormir bien.

Todo crujía en aquel viejo caserón, y durante mis noches de insomnio podía escuchar el más mínimo sonido que hicieran los vecinos, el ruido lejano del ascensor, o el goteo de las cañerías. Me levantaba cansado y con ojeras, y apenas si podía estudiar por las mañanas de lo agotado que quedaba.

Una noche me acosté tarde después de haber pasado varias horas estudiando, y como de costumbre, no pude dormir. Me entretuve escuchando el soniquete de un lejano programa de televisión, que algún vecino tenía puesto. En aquel momento creí escuchar una respiración entrecortada, y asustado dejé de respirar de golpe. Esperé un segundo...dos segundos...tres segundos...debía haber sido mi imaginación…y entonces, la escuché de nuevo.

Era muy débil, casi un suspiro, y provenía del hueco de la cama que quedaba a mi izquierda. Me quedé paralizado como una piedra, escuchando aquella respiración entrecortada a menos de diez centímetros de mí. Tenía los ojos cerrados con fuerza, y el corazón latiéndome tan rápido que pensé que iba a darme un infarto. Una ráfaga gélida me recorrió el cuerpo entero, y me puse a temblar de forma incontrolada.

Aquello no podía estar pasándome, no debía ser real y sin embargo estaba ocurriendo. Aunque el pánico me dominaba logré convencerme de que se trataba de una pesadilla causada por el insomnio, y que no había nadie a mi lado. Intenté moverme, pero estaba tan aterrorizando que tuve que hacer un esfuerzo para girar la cabeza poco a poco hacia mi izquierda, y sentí como la corriente gélida me helaba la cara. Aunque el miedo me estaba corroyendo por dentro, conté hasta diez, abrí los ojos de golpe y…

Grité… grité con toda mi alma hasta desgarrarme las cuerdas bocales y hacer que mis alaridos resonaran por todo el bloque. Cuando el casero irrumpió en mi habitación yo aún estaba gritando en estado de shock. No podía quitarme de la cabeza lo que había visto… aquella mujer que me observaba con un gesto de terror indescriptible, y una mirada triste, tan triste…

El casero me hizo callar a guantadas, y logré controlarme un poco. Me extraño mucho que el casero no me pidiera explicaciones por tantos gritos; se limitó a echarme la bronca por armar ruido y se marchó otra vez a su habitación. No estoy muy seguro, pero juraría que lo noté nervioso, quizás demasiado nervioso.

A la mañana siguiente, yo aún seguía impactado por lo ocurrido por la noche, y me encontré al salir de la casa a Dolores, la única vecina del bloque que conocía, que me preguntó que tal me encontraba. Le respondí que bien, y estuvimos hablando un rato acerca del casero. Por lo visto, no le caía bien a nadie del bloque. Tenía fama de ser un maleducado y un violento, y al poco de estar hablando salió el tema de su mujer.

La pobre Carmen, la de palizas que tuvo que aguantar de ese cerdo antes de que dejarnos….Comentó Dolores

¿Como murió?.

La encontraron muerta en la habitación en la que duermes tú ahora. Dijeron que se había suicidado, pero a mi no me engañan. Estoy segura de que la mató su marido, y se las apañó para que pareciera un suicidio.

Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y subí corriendo a la casa a recoger mis cosas. No pensaba pasar allí ni un solo día más. Cuando ya lo tenía todo listo para irme, revolviendo entre los cajones encontré una vieja foto bastante descolorida. Por la parte posterior de la foto, podía leerse en una letra bastante mala:
Viaje de Carmen a Segovia, enero de 1.987

Se me heló la sangre al verla. Era ella, no cabía duda. La mujer que había visto cuando abrí los ojos, frente a mí, con su terrorífico gesto de terror, y su tristeza abrumadora. Guardé la foto en su cajón y huí de aquel lugar corriendo todo lo rápido que pude. Por temor a que me tomaran por loco no le conté lo que me había sucedido a nadie, y nunca más volví a saber de aquel casero, ni de su difunta mujer.

Tras esta experiencia tuve varias crisis de insomnio, no podía dormir y estuve estar en terapia psicológica algunos meses. Ahora que han pasado casi dos años desde que pasó esto ya lo veo como algo lejano, que parece no haber ocurrido nunca. Sin embargo, en algunas noches frías de invierno aún me parece ver en sueños los ojos muertos de aquella mujer, y escuchar su respiración entrecortada al otro lado de la cama…

Gloomy

Miedo a estar sola

Son las 3 de la mañana... No consigo conciliar el sueño.
No sé que me pasa desde esta tarde, la cabeza no para de darme vueltas, y de vez en cuando todo se vuelve oscuro, mi corazón se acelera estrepitosamente y no puedo dejar de temblar.
Me preguntó por qué precisamente hoy me han dejado sola en casa, hoy que hace 1 año exactamente desde la muerte de mi prima Vero, que vivía en casa con nosotros porque tuvimos que llevar a mi tía a un psiquiátrico después de la muerte de su marido.
Yo quería mucho a mi prima, era la hermana pequeña que nunca tuve, y lo que sucedió me impactó mucho, tal vez demasiado. Era la primera vez que veía la muerte tan de cerca...
¡Ah! ¿Qué habrá sido ese ruido? He oído como si dieran un golpe en la pared, pero seguro que es mi imaginación... Por mucho que pasen los años, no me gusta quedarme sola en casa por la noche, pero... ¿otro ruido? Creo que esto no es mi imaginación, pero seguro que son los vecinos, que parece que no duerman nunca.
...
He conseguido dormir un poco, sin embargo son las 5 de la mañana todavía, y veo una extraña luz que asoma por la puerta de mi habitación... ¿mis padres habrán llegado? Es la única explicación que se me ocurre. Sí, eso debe ser, voy a llamar a mi madre y preguntarle cómo es que han venido hoy si volvían mañana, tal vez haya ocurrido algo.

¿Mamá, estáis aquí? ¿Qué ha sucedido? LLamó desde mi habitación, sin levantarme de la cama. Sin embargo no hayo respuesta alguna.
¿Mamá, me oyes? ¿Qué pasa? De nuevo, el más absoluto silencio.

Esto es demasiado extraño, no es normal que no me responda. Será mejor que me levante a ver que pasa, aunque sinceramente estoy un poco asustada... Me levanto de la cama, salgo de la habitación al pasillo y... Mi aliento se para en ese momento al contemplar la escena macabra...
...
Acabo de despertarme, estoy tirada en el pasillo, parece que me había desmayado. Veo el rostro preocupado de mi madre. Yo estoy temblando, no puedo quitarme de la cabeza lo que he visto, es imposible... ¿no me estaré volviendo loca? Comienzo a llorar y mi madre no hace más que preguntarme que ha sucedido, así que entre sollozos logro contárselo:

Anoche no podía dormir, y ví una luz en el pasillo. Me levanté a ver que era... y ví a mi prima Vero... y estaba clavándole un cuchillo a mi tía, mientras esta lloraba y se desangraba en el suelo...
Cielo, has tenido una pesadilla, tu prima murió y tu tía está en un psiquiátrico, lo que cuentas es absurdo. Además, tú ves alguna mancha en el pasillo...

El teléfono suena, y lo coge mi madre. Se está poniendo blanca por momentos... Cuelga el teléfono y me dice:

Tu tía falleció anoche alrededor de las 5 de la mañana. Tenía un cuchillo en la habitación y nadie se dió cuenta. Se lo clavó por el pecho y la tripa hasta morir desangrada. La han encontrado esta mañana, nadie se dió cuenta...

No sé si mi prima, o su espíritu, más bien, me avisó de lo ocurrido... O fue ella la que lo hizo... No sé qué pensar, pero estoy muy asustada y posiblemente esta noche no pueda conciliar el sueño.

Audrey

La noche del lobo

Charlotte, una joven niñera de 20 años habia recibido una llamada de casa de unos vecinos para que se quedara cuidando de sus dos hijos de 5 y 7 años de edad, ya que los padres tenían una cena.
Charlotte llegó puntual y los padres se fueron a cenar. Los niños no eran muy traviesos por lo que Charlotte los acostó pronto.
La noche iba pasando tranquilamente cuando de repente sonó el teléfono. Charlotte lo cogió y lo que se oia al otro lado del telefono era el aullido de un lobo, lo que asustó mucho a Charlotte. Subió a ver a los niños para tranquilizarse, y estaban alli dormidos, no pasaba nada extraño.
Pasó un buen rato y Charlotte se estaba quedando dormida cuando volvió a sonar el teléfono. Charlotte lo cogió asustadisima, pero solo era una llamada de los padres para saber que tal estaban sus hijos.
Nada mas colgar el telefono volvió a sonar, pero esta vez no eran los padres sino otra vez el aullido del lobo. Charlotte llamó a la policia y estos le dijeron que esperara a ver si la llamaban otra vez y pincharian el teléfono para saber de donde provenía la llamada.
Al cabo de una media hora el telefono volvió a sonar. Era el aullido del lobo otra vez.Al poco de colgar llamó la policia y la dijeron:
"No se asuste, pero coja a los niños y llévelos a algún sitio donde se pueda encerrar con ellos, la llamda viene desde su misma casa".
A Charlotte se le paró el corazon no podia moverse, era tal el miedo que sentía que no podia ni hablar. Al final sacó la valentia de lo mas profundo de su corazón se dirigió escaleras arriba y...
Cuando los padres llegaron de la cena encontraron toda la zona acordonada por la policía. Entraron corriendo a casa y lo que vieron no se les va a olvidar nunca:
En las escaleras estaba Charlotte con la mirada en blanco, intentaron hablar con ella pero un policía les dijo que no lo intentaran, que no podia hablar del shock que tenía.
Cuando los padres subieron encontraron en el baño los cuerpos de sus dos hijos desmembrados y descuartizados. Nadie sabrá lo que allí pasó solo la pobre loca de Charlotte...

sábado, 5 de febrero de 2011