sábado, 19 de marzo de 2011

Leyendas Urbanas: El anciano de la casa blanca

Había una vez un hombre que vivía en una casa blanca en cierta aldea y lo sabia todo sobre todos los que vivían en dicho lugar.
En la misma aldea vivía una mujer que tenia una hija de nombre Sally. Un día le dio a Sally un par de guantes amarillos, amenazándola con matarla si los perdía.
Sally estaba muy orgullosa de sus guantes pero era tan descuidada que perdió uno de ellos. Después de haberlo perdido, la muchacha recorrió una hilera de casas de la aldea, preguntado en cada puerta si habían visto su guante. Pero todos contestaron negativamente y le dijeron que buscara al anciano que vivía en la casa blanca.
Así que Sally se dirigió a la casa blanca y le preguntó al anciano si habia visto su guante. El anciano le dijo:
Yo tengo tu guante, te lo daré si me prometes no decirle a nadie donde lo has encontrado. No lo olvides: si se lo cuentas a alguien, te sacaré de la cama cuando den en el reloj las doce de la noche.
Y le devolvió el guante a Sally.
Pero la madre quería saber como había perdido el guante y preguntó:
¿Dónde lo encontraste?
No me atrevo a decírtelo, contestó Sally, pues si lo hago el anciano me sacará de la cama a las doce en punto de la noche, ante esto su madre replicó:
Atrancaré todas las puertas y cerraré todas las ventanas. Luego hizo que Sally le contara dónde había encontrado su guante.
Así que la madre de Sally atrancó todas las puertas y cerró todas las ventanas. Sally se acostó a las diez en punto y se puso a llorar. A las once comenzó a gritar en voz alta y a las doce oyó una voz que le susurraba al oído pero que poco a poco aumentaba su intensidad:

Sally, estoy subiendo el primer escalón
Sally, estoy subiendo el segundo escalón
Sally, estoy subiendo el tercer escalón
Sally, estoy subiendo el cuarto escalón
Sally, estoy subiendo el quinto escalón
Sally, estoy subiendo el sexto escalón
Sally, estoy subiendo el séptimo escalón
Sally, estoy subiendo el octavo escalón
Sally, estoy subiendo el noveno escalón
Sally, estoy subiendo el décimo escalón
Sally, estoy subiendo el undécimo escalón
Sally, estoy subiendo el duodécimo escalón
¡¡Sally, estoy a la puerta de tu dormitorio!!
¡¡¡SALLY, TE HE COGIDO!!!

Leyendas Urbanas: ¿Quién estaba debajo de la cuna?

Era una familia de solo tres integrantes, cuya única hija sufría de ceguera, como único amigo tenia un perro y este perro lo criaron desde cachorro era el entretenimiento de la pequeña la ayudaba a mantenerse ocupada en la casona donde vivía, que por cierto era una de esas casas antiguas en el centro de lima, muy oscuras y tenebrosas.

Siempre ella se quedaba dormida acariciando a su perro que también descansaba debajo de su cuna, cuando ella se despertaba por las noches por un mal sueño o por frío siempre bajaba su mano y acariciaba a su perro para sentirse más tranquila... también su perro cuando sentía lo mismo emitía sonidos muy suaves para que la niña lo acaricie.

Una noche de halloween ella quería salir a pedir caramelos, pero los padres se opusieron por el estado en el que ella sufría por su enfermedad,

Ella subió al cuarto y cerró la puerta muy molesta y maldijo al cielo por haber nacido ciega.

Esa noche sus padres tenían una reunión con algunos amigos y se quedarían acompañándolos hasta una hora prudente para después descansar.

La niña media adormecida por el sueño, escuchó que su perro la llamaba debajo de la cuna, ella bajó el brazo para acariciar a su perro, lo sintió y sintió que estaba acomodándose dando quejidos pequeños pero poco comunes y siguió descansando.

A la mañana siguiente los padres entraron al cuarto y en el espejo de su cuarto encontraron pintado con sangre, sabes quien está debajo de la cuna???

Al volver la mirada encontraron al pobre perro desgarrado y muerto debajo de la cuna.

Nunca hablaron con la niña al respecto, ni se sabe que pasó con el animal debajo de la cuna ni quien le hizo eso ???.........

Leyendas Urbanas: La Curva Del Pato

Es común ver en la curva del pato, que se encuentra localizada en la vieja carretera LeonSan Juan De Los Lagos, ver autos chocados, personas atropelladas, traileres deshechos y cadáveres regados en el asfalto.
No solo en la noche, a cualquier hora del dia, se pueden ver gente pidiendo ayuda entre los fierros retorcidos, niños llorando al ver a sus padres inconscientes, y familias deshechas que lo han perdido todo la perder a sus seres queridos en algun accidente de tránsito.

La curva es peligrosa, te hace creer que vas por buen camino, pero solo es una falsa ilusion, pues cuando menos te lo esperas, estás siendo víctima de un terrible accidente, que combinado con la velocidad es dificil que salgas vivo.
También es peligroso circular a pie por ahi, pues tan pronunciada es la curva que no ves cuando los autos vienen dando vuelta y tu final puede terminar contigo colgando de algún árbol del barranco, o con tus sesos desparramados por toda la cinta asfáltica.

La curva del pato, es testigo de varias muertes trágicas, el eco de los gritos de dolor aun se pueden escuchar atrapados entre las rocas, el amarrón de los carros es frecuente y el sonido de los choques del metal es pan de cada dia.

¡Cuidado con la Curva Del Pato, si pasas por ella, es probable que pierdas mas que dinero.

Leyendas Urbanas: El espíritu del niño muerto

"Cuando ocurren cosas, normalmente es a una persona o un grupo de personas compartiendo la misma experiencia, pero esto que voy a contar sucede en un pueblo, y ocurre a todos sus habitantes, los cuales ya están acostumbrados... Pero yo, como visitante, y mis primas, hemos vivido unas experiencias que a la gente de allí les parece "normales".

Fuimos a ese pueblo donde mis tíos tenían en las afueras una casa cerca del pantano. Para ir al pueblo tenías que seguir un camino de tierra durante cuatro kilómetros hasta llegar.

Como en la casa de noche nos aburríamos, mis tíos nos acercaban al pueblo en coche para que pasáramos allí unas horas con los chicos del pueblo. Era verano y las noches invitaban
a pasarlas hablando y disfrutando de compañía.

Los chicos del pueblo al principio nos parecían muy fantasiosos o que nos querían meter miedo. Decían que algunas noches se oía el gemido de un niño pidiendo ayuda... pero no venía de ninguna parte, sino de todo el pueblo. Cada uno de los habitantes lo oía en su propia casa, en la calle, en la tienda, en el bar... partía de las paredes, del suelo... a veces incluso sentían un empujón violento que los lanzaba al suelo... Contaban que
incluso una mujer embarazada perdió a su hijo en la plaza una tarde en la que se encontraba hablando con unas amigas al sentir que unas manos aprisionaban su vientre con tanta fuerza que la hizo abortar allí mismo. Ella estuvo a punto de morir y cuando se recuperó, se fueron del pueblo y no volvieron a él.

Les preguntamos que quién podría provocar esas cosas... y que después de lo de la mujer ¿cómo es que la gente no se va del pueblo también? Entonces nos contaron una especie de leyenda y del por qué creen que "eso" atacó tan ferozmente a la mujer.

Hacía unos diez años, unos niños del pueblo decidieron irse una noche de verano a otro pueblo vecino. Para ello tenían que atravesar un campo donde en uno de los laterales estaba el cementerio que compartían los dos pueblos y que se hallaba justo a la mitad del camino.

Cuando ya estaban bien avanzados oyeron un crujido a sus espaldas. Era el hermano menor de uno de ellos. Le instaron a que se volviese a casa pues no querían cargar con críos y éste se negó en rotundo, más que nada es que le daba miedo volverse solo.

Entonces decidieron despistarle. Al llegar a la altura del cementerio dijeron que iban a jugar para esconderse en él. Como había luna llena se veía bastante bien, este chico aceptó sin sospechar nada... Ya en el cementerio, uno contaba y los demás se escondieron todos juntos, mientras este chico se escondía en otro lado pensando que todos estaban haciendo lo mismo.

Cuando ya le perdieron de vista, los chicos se reunieron y salieron por una de las tapias dejando a este chico escondido. No podían evitar reirse de lo fácil que había resultado engañarlo hasta que oyeron un grito desgarrador... Al principio pensaron que se trataba de una broma, hasta que el segundo grito reaccionaron y volvieron a entrar en el cementerio... Estuvieron buscando por todas partes pero no le encontraron, gritaron su nombre, dieron vueltas y más vueltas y nada.

Al cabo de muchas horas, cuando ya despuntaba el alba decidieron buscar ayuda en el pueblo con la esperanza de que el chico les hubiese gastado una broma y se hubiese ido a casa.

Al llegar al pueblo, el hermano fue a su habitación, no había dormido allí, la madre le preguntó por su hermano pequeño y éste le tuvo que contar la verdad. La madre avisó al padre y éste a todo el pueblo... Salieron todos en busca del muchacho al cementerio.

Cuando llegaron allí, uno de los vecinos descubrió con terror que el cuerpo del chico se encontraba en una de las fosas que acababan de abrir días antes para un nuevo difunto... El chico tenía la cabeza reventada, los huesos de las piernas y de los brazos retorcidos en una figura grotesca, los ojos cristalizados por el pánico y la boca en una mueca de absoluto terror...

Fue un día negro en todo el pueblo, nadie se explicaba lo que había ocurrido allí. El hermano, con los años, fue internado en un psiquiátrico pues decía que su hermano se estaba vengando de él, le veía en todas partes, le pegaba... Los médicos le diagnosticaron neurosis obsesiva posttraumática, pero no podían explicar los contínuos moratones que aparecían por todo su cuerpo, incluso en la cara...

Al cabo de unos años, la madre de estos hermanos se quedó embarazada... y a los siete meses le ocurrió lo que ya contaron antes: Algo había provocado la muerte de su bebé y quizás su propia muerte de la que escapó por poco. Los chicos decían que los gritos que oían por las noches eran iguales que los que oyeron en el cementerio.

Oyendo esta historia la verdad es que les creímos... habíamos pasado un buen rato de miedo y nuestro tio nos vendría pronto a recoger para llevarnos a casa...

Cuando íbamos hacia el coche, sentí un golpe fuerte en mi espalda que me obligó a apoyarme en mi prima de una forma violenta. Casi nos vamos las dos al suelo... Miré hacia atrás, pero los chicos estaban hablando entre ellos a unos tres metros de nosotros.

Mi tío dijo que me había tropezado. Mi prima, sin convencerse del todo, fue hacia los chicos, cuando de repente volvió la cabeza hacia el otro lado de forma violenta... Dijo que alguien la había abofeteado... y tenía una mano marcada en la cara... una mano pequeña...

Nos asustamos muchísimo... y empezamos a gritar presas de la histeria... Los chicos vinieron a auxiliarnos mientras mi tío abría el coche rápidamente para meternos dentro. Los chicos hicieron una barrera con sus brazos protegiéndonos de lo que fuese y pudimos meternos en el coche. Por el cristal pude ver cómo golpeaban a algo invisible que les estaba atacando. Mi tio condujo a gran velocidad tocando el claxon como un loco. Al llegar a la casa llamó a mis otros tios y todos fueron al pueblo a ayudar a los chicos, pero ya todo había pasado. Éstos se encontraban agotados por la lucha, con arañazos, golpes... pero dijeron que estaban acostumbrados, que no pasaba nada.

Las agresiones en ese pueblo son esporádicas y no siempre a las mismas personas... pero ellos sienten que tienen que estar ahí para que ese niño que murió de forma tan violenta no esté solo... Llegará el momento en que pueda descansar en paz."

Una visita a las 1:30 am

Al parecer todo había sido mi culpa pues fue mi idea abrir ese famoso café Internet en la zona satélite en la zona baja de Potosí (Bolivia), tenia que llegar el día en que uno de mis caprichos se vería frustrado y mal visto por muchos. “Dios por que tenia que suceder en mi café Internet”.
Me llamo Jorge era el año 2005 y tenia 17 años ese año en mi familia surgió la idea de poner un negocio en casa, como era obvio yo opté por mis intereses, por la tecnología yo deseaba un café Internet, me costó mucho convencerlos pero ya me ven aquí estoy narrándoles esto.
El Café Internet ya se encontraba trabajando y pues funcionaba tal y como lo había deseado además aprovechaba para jugar con mis amigos, generalmente yo atendía por las noches y lo hacia hasta tarde algunas veces hasta 1:30 am. o a veces mas.
Un día jueves me quedé a descargar música y a chatear con algunos amigos ya eran las 1:30 am. y no había cerrado el café aún, fue entonces que alguien entró, se trataba de una chica muy linda pero un poco morena quería decirle que ya cerraría, pero algo me detuvo y no se lo dije.
Ella simplemente se sentó en la maquina 9 y utilizó la computadora sin decir nada igual que muchos otros clientes, sentía ganas de ir al baño y como vi que ella estaba muy en lo suyo no me preocupé y fui, al volver del baño como era lógico ella ya no estaba habrían pasado a lo mucho 5 minutos. Me preocupaba si se había robado algo pero se robó mi atención.
Pasaron los días como si nada hasta que fue Jueves otra vez, la verdad yo deseaba que ella volviera a presentarse y así fue se ella se presentó a las 1:30 con las misma ropa como en la primera vez un pantalón jean y una chaqueta oscura, quería hacer charla con ella y me acordé que el anterior jueves ella se había ido sin pagar y pensaba en utilizarlo como entrada y entonces le dije: “Espero que esta noche no me deje solito, no se preocupe por el dinero de la anterior semana pero espero que siquiera me diga su nombre”..., me sentí tan tonto al no escuchar ninguna respuesta tuvieron que pasar largos segundos para que dijera: “Soy Adriana solo necesito 5 minutos del Internet, lo siento pero no puedo pagarle hoy se lo pagaré pronto lo juro y por favor le agradeceré que me deje sola para poder llegar a casa rápido”.
Me quedé callado para pensar que hacer pero simplemente me fui a mi computadora y al poco rato ella se fue. Esa noche me sentía intrigado por que no sabia como acercarme a ella pues sentía cierta atracción.
Los días pasaban y el café Internet tenia mas clientes incluso había personas que colocaban en nuestra puerta avisos de todo tipo desde avisos comerciales hasta avisos de extravíos. Bueno otra vez llegó el jueves como si nada y como era de esperar ella se presentó pero esta vez solo permanecí callado, esta vez esperé a que ella se fuera salí tras de ella para ver por donde se iría, ella caminaba calle arriba muy rápidamente podría decirse que hasta corría, era algo muy raro pues se alejaba muy rápidamente. Decidí volver dentro pero antes de entrar noté que la puerta tenia mas avisos, un pequeño escalofrío hizo que dirigiera mi vista a un aviso: entonces la vi, era ella, Adriana, me quedé sorprendido pero mas me impactó el contenido del aviso.
Según el aviso Adriana había desaparecido hace mas de 2 meses, por mayo. No me quedaba duda de que era ella, me sentía culpable por haber recibido a una extraña cada jueves solo podía hacer lo mas lógico llamar a su familia.
Pasado ese día me comuniqué con su madre para contarle todo, me sorprendió su reacción pues a pesar de todo no había perdido la esperanza de que su hija apareciera, en su llanto me dijo que ella es su única familia, finalmente acordamos que el siguiente jueves vendría a mi café para hablar con su hija, también quedamos que solo nosotros dos solucionaríamos esto.
Llegó el día jueves y su madre esperaba paciente pero no había rastro de ella, pasaron las horas y Adriana no aparecía de alguna forma, pensé que ella se dio cuenta de todo y quería evitar a su madre. Ya eran las 3:00 am. Y la madre decidió irse y se fue tratándome de mentiroso de un insensible, no le respondí nada pues hasta pensé que yo estaba loco y que lo había soñado, cuando decidí cerrar el café Internet apareció ella, simplemente ocupó su máquina 9, como siempre y como siempre lo hizo en completo silencio, permanecí callado al pasar unos cuantos minutos le dije: “La policía te busca, tu madre también por que no regresas a casa” – pero no me respondió absolutamente nada, fue entonces que le dije que esta vez no la dejaría ir y entonces ella se puso de pie y se dirigía a la puerta pero me atreví a tomarla del brazo, mala idea.
Oh Dios lo que sentí ese momento, el frío mas puro y congelado desgarró mi cuerpo, sentí que mi brazo se había desprendido de mi cuerpo, todo indicaba que ni siquiera la toqué. Entonces caí en el piso y me quedé allí para poder recuperar la sensibilidad.
Al día siguiente fui con su madre le expliqué todo, pero no me creyó ni una palabra, ella solo quería que la dejara en paz, entonces le rogué que por lo menos me dijera que pasó el día en que desapareció y ella respondió: “fue a mandar un correo por Internet a su enamorado que estaba fuera de la ciudad” y en un segundo mi cabeza se llenó de de ideas pero no sacaba una conclusión lógica para que ella estuviera desaparecida, pero no de Café Internet…… Dios por que tuvo que ser mi café Internet.
Ese día mientras almorzaba no podía dejar de pensar en Adriana y sin darme cuenta la respuesta a mi intriga se desarrollaba en la televisión.
“Hace algunos horas en la zona baja de la zona Satélite se hizo el levantamiento de un cuerpo se trataría de la señorita Adriana Quintana López quién habría sido declarada desaparecida hace un par de meses, al parecer todo indica que la chica se habría suicidado tirándose del puente que se encuentra en esa zona, en su vestimenta se encontró una carta dirigida a su madre la cual ya esta en manos de ella”.
El sudor se apoderó de mi cuerpo como nunca, no lo podía creer que era aquello que venia a mi café cada jueves. Ese día cerré temprano aunque fuera viernes pero sentía miedo por que tarde o temprano llegaría jueves.
Llegó el día y cerré aún mas temprano y me fui a mi habitación para dormir, pero no podía conciliar el sueño, el silencio se apoderó de mi habitación que incluso podía oír los latidos de mi corazón, pero pronto se presento otro sonido, provenía de mi café Internet todo indicaba que alguien trataba de entrar al salón el sonido despertó a mi familia y junto conmigo fuimos a ver que pasaba, al llegar al salón del café como era lógico no había nadie, pero fue una frase de mi padre que me dejo paralizado “La máquina 9 sigue encendida alguien apáguenla de una vez y vayámonos a dormir”, era cierto la máquina estaba encendida y en la mesita de esta había unas cuantas monedas, sentía que un trozo de hielo pasaba por mi espalda, era el terror mas puro en mi cuerpo.
Al día siguiente me enteré que el cuerpo de Adriana permanecía aún en la morgue por el motivo de su autopsia y que ese mismo día o sea viernes se procedería a su entierro. Llegó el día jueves y de alguna manera sabia que nada pasaría de alguna forma su misa o su entierro apaciguó su alma, al menos eso creo pues desde entonces no hay mas presencia que de los vivos en mi café Internet.

domingo, 6 de marzo de 2011

Esperando por el final

Jen estaba ansiosa por realizar el viaje que habían planeado sus amigos hace tiempo, pero su madre no quería ceder ante su petición porque sabia que para llegar al lugar al cual querían ir tendrían que viajar por aquellas vías tan peligrosas de las cuales se habían comentado mucho últimamente debido a la cantidad de accidentes ocurridos en ellas por razones inexplicables, ya la chica estaba grande como para tomar sus propias decisiones pero igualmente le importaba mucho la opinión de su madre, ella llamo a sus amigos para explicarle la razón por la cual no podría ir, pero ellos querían que ella los acompañara así que le rogaron y rogaron hasta que la convencieron de hacer lo que no quería.

Ella esperó a que todos en su casa estuvieran dormidos para escabullirse sin que nadie lo notara y así lo hizo, nadie escucho el más mínimo ruido. Fuera d la casa estaban sus amigos en el auto esperando por ella, la chica pudo irse sin que sus padres percataran su ausencia y sin dejar nota alguna, pues pensaba volver antes del amanecer.

En el camino iba un poco seria, pensando en lo que había hecho y sintiendo un poco de remordimiento por engañar a su madre, sus amigos tratan de animarla pero no lo consiguen, solo mira a través de la ventana los autos y camiones que pasan a pocos metros de el auto en el que se encuentra, uno de sus amigos Josh bromea con ella acerca de su situación sentimental con Sebastián, ella lo mira seriamente y vuelve a mirar a través de la ventana solo que esta vez...esta el reflejo de una niña de unos 5 años con cabellos largos y oscuros como la noche misma al igual que sus ojos, con una bata blanca y un poco sucia, la chica al observar este reflejo pestañea varias veces pensando que solo es su imaginación quien le esta jugando una jugarreta así q no presta mucha atención a lo sucedido.

En el camino se detienen en una estación de servicio, mientras los chicos buscan comida chatarra y hablan de sus cosas, las chicas se dirigen al baño, en este una de las chicas(Sara) le dice de forma grosera a Jen que deje de ser tan depresiva y de arruinarle el viaje a los demás con su mala actitud a lo que Jen le responde que eso no es su problema y que actuara como quiera, todas salen del baño excepto Jen la cual se inclina para lavarse el rostro, al levantar la mirada se mira en el espejo y ve que detrás de ella se encuentra la misma niña que se manifestó en el vidrio del auto, de pronto en el espejo comienzan a aparecer varias letras plasmadas en sangre la cuales forman una frase: "voy por ti", la chica obviamente por el terror q esto causaba en ella no puede gritar y solo se va huyendo del baño horrorizada hasta llegar a donde están sus amigos, ella comienza a contarles lo ocurrido hace pocos segundos, la reacción de sus amigos fue la esperada, se burlan de ella porque piensan que esta les esta jugando una broma, Jen se siente desesperada, ninguno de sus amigos le cree.

Vuelven a tomar la vía...

Por la mente de Jen se cruzan cantidades de preguntas:"quien es esa niña?", "será esto producto del cansancio físico o en verdad estoy perdiendo la cordura?", "tendrá algo que ver con mi pasado?", mientras se pregunta estas cosas, mira a través de el espejo, hasta que...siente que algo toca su mano...ella voltea lentamente y ve a la niña sentada junto a ella...el pánico se apodera de su cuerpo mientras que por los labios de aquella niña con voz muy dulce le dice:"te dije que vendría por ti" la chica solo pudo emitir un gran grito que hizo que el conductor del auto en el que ella viajaba se asustara perdiendo el control haciendo que los otros autos que venían por la vía impactaran fuertemente contra ellos.

Llegan las ambulancias, todos salen ilesos, menos ella, todos piensan que solo esta desmayada, pero no es así. El espíritu abandona el cuerpo de la chica sin vida, asciende hacia los cielos, ella observa a sus amigos mientras los paramédicos les dan la noticia y rompen a llorar, ella no había comprendido lo ocurrido hasta que se vio así misma tirada en la camilla mientras la cubren con una manta hasta la cabeza toda ensangrentada, ahí lo comprendió, "estoy muerta" dijo con una voz llena d dolor casi rompiendo en llanto.

Al llegar al cielo nota a lo lejos una gran puerta dorada como oro, Jen se acerca y se encuentra con un hombre de barbas blancas y largas, el cual le pregunta su nombre, ella le contesta, y el le dice:"no puedes pasar, tu paso no esta permitido aquí", Jen histérica le pregunta varias veces porque, y el hombre le sigue contestando de la misma forma, hasta que al final le dice:" tu no sabes lo que hiciste, pronto lo sabrás, pero de igual forma nunca serás bienvenida aquí", ella confundida se va mirando por ultima vez el hermoso resplandor de aquella puerta dorada.

Desciende nuevamente a la tierra de los vivos, caminando sin rumbo alguno pensando en que hará, cuando a lo lejos ve un grupo de jóvenes vestidos completamente de negro, eran sus amigos, ella sin saber hacia donde se dirigían los siguió, ninguno de ellos menciono una palabra durante todo el camino. Llegaron a un lugar tétrico en el cual habían muchas personas conocidas para Jen los cuales también vestían de negro, ella pierde de vista a sus amigos, entra en aquel lugar en el que todos estaban serios, cuando se encuentra con una urna...un escalofrío recorrió su espalda al ver que aquella chica dentro de esa caja de madera en la cual todos tarde o temprano terminaremos, era ella….rompió a llorar al ver a su madre desconsolada en aquel funeral.

Siguió su viaje sin fin, observando a su alrededor como otras personas eran felices actuando sin darle importancia a nada, cuando distingue una figura inolvidable en el horizonte, era su novio Sebastián, le pareció un poco extraño que estaba vestido de colores vivos y que no se encontraba en el funeral, no le dio importancia y lo siguió, Jen se distrajo tanto pensando en todos aquellos bellos momentos que paso junto a el que lo perdió de vista, miro hacia todos lados, y lo encontró nuevamente, solo que, este estaba con una chica a la cual saludo cariñosamente, demasiado diría yo, ya que los amigos no acostumbran saludarse con besos…Jen se lleno de furia, tristeza, confusión, tantos sentimientos invadían su alma en ese momento y nublaban su pensamiento ya que se había dado cuenta de lo que ocurría, Sebastián no sabia de su muerte y además de eso, la engañaba, solo se fue corriendo de ese lugar que la destruyo por completo.

Luego de haber presenciado esa escena tan desagradable camino y camino mientras caía el sol hasta que llego a un lugar hermoso el cual parecía ser una pradera, se sentó debajo de un árbol frondoso que allí se encontraba a pensar que demonios iba a hacer, cuando siente que una mano pequeña toca su hombro, Jen al voltear observa que es la misma niña que causo su muerte, del susto su única reacción fue tratar de salir huyendo de aquel lugar pero la niña tomo su mano con fuerza y le dijo:”por favor, quédate, déjame explicarte todo”, Jen un poco asustada acepta, la pequeña niña le dice:”soy tu hermana que nunca nació” Jen confundida no entiende lo que la niña le dice y trata de hacérselo saber pero la niña la interrumpe diciéndole:”espera un momento, déjame terminar. Cuando tu eras una niña, 7 anos tenias en aquel tiempo, mama quedo embarazada, esa era yo, tu haz de saber que una mujer en estado debe cuidarse mas de lo normal, pues ella no lo hizo, y no la culpo ya que no sabia que estaba encinta, de seguro no recuerdas la vez en que mama estaba colocando una lámpara en el techo junto a la escalera en la parte de arriba exactamente, pues yo si lo recuerdo, porque ese fue el día en que tu venias en el triciclo a toda velocidad pedaleando todo lo que podías hasta que chocaste con ella y la hiciste rodar escalera abajo 35 escalones exactamente….la llevaron al hospital, tuvieron que practicarle un aborto ya que era su vida o la mía, su decisión no fue egoísta ya que de igual forma si yo hubiera nacido fuera muerto a los pocos minutos porque mis órganos no se habían desarrollado bien, ella nunca te contó esto porque no quería que te sintieras culpable por lo que habías hecho sin querer, pero la verdad, si eres culpable, tu causaste mi muerte y no me diste la oportunidad de vivir, por eso no se permite tu entrada al cielo y nunca será así”. Jen asustada le pregunta:” entonces, cual es mi destino?”, y su hermana nunca nacida le responde:” vagar eternamente conmigo como un alma en pena”.

El bosque de agujas

De niño nunca me permitieron acercarme al bosque porque es muy peligroso, no importa que tan osado fuera la persona era muy difícil salir, si lo hacías morías a la semana de haber salido, si tenias suerte ya no regresabas.

Nadie podía entrar, algunos lo hacían a escondidas, ya que siempre que uno anunciaba lo persuadían por todos los medios, pero la sed de aventuras y descubrir algo nuevo era mas que los regaños de una madre, del cura y de los amigos.

Si alguien lo hacia se le preparaba un funeral decente, y no había cuerpo a menos que regresara y la persona siempre terminaba picoteada de casi todo su cuerpo menos de la cara, de ahí el nombre del bosque de agujas.

Todos los que volvían tenían amnesia y nunca se sabía que les había pasado y nadie podía relatar lo que les sucedía, la verdad se la llevaban a la tumba y por todos los medios nunca podían recordar.

Los viejos decían que era una bruja, otros que veneno en el aire, que había insectos venenosos, muchas teorías y sin embargo algo los hacia olvidar, solo recordaban todo antes de entrar, de ahí en adelante todo estaba en blanco.

Todas las mañanas miraba por mi ventana, me recargaba en el marco y lo veía brillar, un bosque hermoso pero muy peligroso. Siempre me pregunte porque entraban, que era lo que había dentro que era tan peligroso, ahora conozco la respuesta.

Han pasado ya dos años desde que alguien quiso entrar, ya todo es normal pero se vive con miedo a entrar, yo solo le tengo respeto, pero la curiosidad me mata, se que si entro ya nada será igual y moriré.

Es un suicidio, siempre decían eso, cualquier persona que quiera ir debe estar mal de la cabeza, deja de pensar en tonteras, mejor dedícate a tu trabajo o a estudiar, siempre tenían miedo, además no se permitía que nadie fuera.

Llego un momento en que mi vida ya no dio para mas, era vacía y monótona, si no acudía al bosque yo mismo me iba a suicidar en la casa, nadie de mis amigos sabe de mis intenciones y no lo sabrán hasta el amanecer.

Si me voy a suicidar no quiero morir sin saber antes que hay ahí. No tengo miedo, lamento que mucha gente sufra por mi muerte, de todas formas me hubiera suicidado tarde o temprano.

Les pido disculpas por mi prematura partida de este mundo, no quiero que me hagan un funeral, ni una tumba, solo quiero que me recuerden tal y como fui, no me lloren, ni se depriman, algún día estaremos todos juntos.

Es una linda noche para morir, con la oscuridad cubriéndome salí de casa y camine un buen tramo hasta llegar afuera de la ciudad, los letreros de advertencia me indicaban el camino, ya solo seria cuestión de poco tiempo para llegar.

Desde aquí puedo ver mi casa, mi ventana y mi cuarto, el lugar de donde podría verme a mi mismo si estuviera en dos lugares a la vez, me saludaría y me despediría de mi y de este mundo, pero eso es imposible.

Solo un pasó más y a partir de aquí ya no hay marcha atrás, esta noche he de morir de la forma que siempre soñé, mi sueño se hará realidad sin importar que me mate a mi mismo y sacrifique mi vida en un solo sueño.

Un sueño que para el resto es insignificante, estúpido y sin sentido, un anhelo que mata cumpleaños, navidades y años nuevos, pide mucho y no sabes que obtienes nada a cambio, lo que pase después es desconocido.

En la mañana encontrarán las cartas que deje a mis padres, a mis hermanos, a mis amigos, a todas las personas que son queridas para mi y para quienes soy importante, ya no hay retorno.

He cruzado…

La mancha de cafe

Una noche de invierno, no recuerdo el día, pero en el año 1956, una muchacha, Dennis Hopkins de 19 años, fue asesinada y violada. Sus padres nunca se recuperaron de esta gran pérdida, ya que ella era única hija en la familia.

Cinco años después, una noche negra de invierno, en 1961, un muchacho, Richard Jordan fue con sus amigos a un bar, cuando él vio una muchacha muy bella, pálida, de cabello claro y lacio, estaba tomando una taza de café. Richard la vio, y el se dirigió hacia la bella y pálida damisela , para charlar un rato con ella.

Él le pregunto amablemente su nombre, y dijo llamarse Dennis Hopkins. Él se presento´y se puso a platicar con ella.

Charlaron largo rato, cuando ella comenzó a tiritar. Él le preguntó que le sucedía, y ella dijo que tenía frío. Él le ofreció su campera, y ella aceptó, grata. En ese momento, a ella se le volcó un poco de café en la campera, asi que quedo con una mancha marrón pequeña.

El dijo que eso no importaba, que él iría a buscar la campera a su casa si ella le decía su dirección. Ella se la dijo, y le comento que era ya tarde, que debía irse. Richard se despidió de Dennis.

Al día siguiente, Richard, asistió a la casa de Dennis, para ir a buscar su campera manchada. Contestó la puerta la madre de ella. Él preguntó si Dennis se encontraba, y la mujer palideció. Dijo que no quería que le hicieran bromas de ese tipo. Richard, preguntó algo asustado a que se refería. Ella dijo que Dennis murió en 1956. Él dijo que eso era imposible, que estuvo con ella la noche anterior.

La mujer dijo que ea imposible, que estaba muerta, entonces le ofreció ir al cementerio a ver la lápida, y si le deseaba, ver el cuerpo.

Él aceptó ver el cadáver. Dijo que él estaría cerca del cementerio esa misma noche a las 20:00 hs.
La mujer aceptó ir a ese horario.

Ese día a las 20:00 hs, ambos se encontraron en el cementerio,con una pala. Al desenterrar el cuerpo, el joven vio su cabello lacio, con rostro pálido. En ese momento, el muchacho descubrió que... llevaba puesta su campera, con la pequeña mancha de café.

El llanto de las Caléndulas

Entra un pequeño de seis años a la habitación, se acerca soyosando al regazo de su padre que se encuentra descansando en el diván:

Que tienes hijo?
Vengo de casa de mi prima y no quiero regresar ahi, me dio miedo.
Tranquilo hijo, no pasa nada
Fuiste a casa de mi prima alguna vez?
Si, hijo, si fui una vez, ven aca y sientate, te contare una historia:

Si, recuerdo aquella vieja casa, majestuosa y sencilla a la vez, una construcción clásica de la era victoriana, recatada y finamente acabada hasta el mas infimo detalle.
Pero lo que mas recuerdo es mi ultima noche ahi, era particularmente fria, la leve brisa que recorria los arboles dejaba entrever la silueta de la luna que parecia empesinada en el afán de esparcir su luz etérea correteando junto con las sombras fantasmales en el jardín.

Mi habitación estaba en el segundo piso, era cómoda, pero mi sueño esa noche era intranquilo, me recuerdo a mi mismo cansado y somnoliente, rondando el umbral del sueño pero sin lograr descender en el. Mi mente comenzaba a divagar y ahondar en temas inútiles, lo que en un principio comenzaban como pensamientos, de un momento a otro se convertian en sueños, de los cuales despertaba tan pronto como comenzaban. El silencio era tan intenso que parecia zumbarme en los oidos, tanta calma era abrumante, me levanté de mi cama para abrir la ventana, asi, al azotar el viento aplacaba un poco aquel inquietante silencio. Casi parecia cíclico, predecible: diez minutos de calma absoluta quebrantados por treinta segundos del contrastante ruido del viento azotando mi ventana, luego, calma nuevamente... sucedía asi una y otra vez, mis pensamientos se estaban convirtiendo en sueños paulatinamente hasta que...
toc, toc, toc...
esta vez el viento no habia azotado la ventana, parecia que había tocado en ella como quien toca quedamente a la puerta, era apenas audible, tan levemente perceptible, pero sin embargo, fue lo suficientemente fuerte como para despertarme de aquel leve sueño y alertar mis sentidos que ahora se encontraban enfocados en aquella ventana. ¿realmente lo habre escuchado?, o solamente fue un reflejo inocuo de un leve y muy corto sueño...

Permanecí en silencio, quieto e inmutable intentando escuhar, analizar aquel silencio que nuevamente zumbaba en mis oidos... ¿habra sido real?, o solamente un juego inmaduro de mi propia mente?, No, se que era real...

Comencé a pensar en esto y a hacer remembranzas de pasadas añoranzas, nuevamente, comenzaba con un tema y una cosa me llevaba a la otra, alejándome cada vez mas del tema en cuestión...

Toc, toc, toc,

Ahí está nuevamente, me dormí sin darme cuenta, pero aquel sonido me despertó, es inconfundible, tan leve como la vez primera pero ahora estoy seguro el haberlo escuchado. Rápidamente me incorporé en la cama y observo la ventana, la luz de la luna se cuela dentro de la habitacion dibujando asi macabras manos con las sombras de los arboles secos que se mecen a voluntad del viento.

Mi mente se turbó imaginando el ser que llamaba a mi ventana, me acerqué lentamente intentando agudizar mis sentidos cual gato en caceria, hasta que lo escuché... No era alguien tocando a mi ventana, sino, un sollozo, si bien el sonido no era menos aterrador que el anterior, al menos ahora era mas revelador. Abri la ventada de par en par y me asomé al balcón, nunca lo olvidaré...

Abajo, en un rincón del jardín trasero, junto a la fuente, se hallaban las caléndulas, iluminadas suavemente con la luz de la luna, se movian timidamente al ritmo del vals que el viento tocaba u de su interior provenia un llanto que, en cierto sentido, parecia acogedor.

La intriga le ganó al temor, al menos en esta ocasión, no concebia en mi mente lo que estaba atestiguando, no lo comprendia, pero mientras miraba absorto, pude notar algo mas, no era un solo llanto, cada calendula parecia llorar junto a su compañera de al lado, produciendo entre todas este leve y melancólico llanto. El sentimiento de dolor y sufrimiento de aquellas flores era tanto que durante un breve momento, incluso yo fui capaz de sentirlo.

De entre las hojas de aquellas bellas flores surgió una mano, y con esta, un vestido grisáceo y traslucido, lo vestia una joven de cabello negro que parecia lamentarse junto a las camendulas, me parecio una escena verdaderamente triste.

Apenas un instante despues, una rafaga de viento descendió desde la nada, azotando las calendulas y despojandolas de sus pétalos, estos se esparcieron, parecian volar libres al olvido llevándose con ellos aquel llanto que se apagaba lentamente en la distancia. El vestido de la joven y ella mima, parecieron tambien ser arrasados por el viento para mezclarse entre aquellos petalos que se alejaban cada vez mas, todo se desvaneció en el aire dejando atrás un jardin sombrio, silencioso y solitario.

Cerré mi ventana y regrese a la cama sin poder ya conciliar el sueño, solamente me quede ahi, inmovil y con la mente en blanco...

Aunque aquella noche parecia eterna, el dia en realidad no tardo tanto en llegar, en mi mente permanecia impregnada la imagen de aquella joven dama con su sobrecogedora tristeza y desesperanza. Intenté levantar mis animos y asi olvidar aque suceso.

Me bañe y vesti para bajar a desayunar, ahi se encontraba mi tia abuela Elsa. Comenzamos a hablar amenamente de uno y mil temas y luego, como siempre, una cosa llevó a la otra y sin darme cuenta nos encontramos hablando sobre mi experiencia en la noche anterior.

Elsa parecia prestar especial atencion a mis palabras, escuchaba atentamente todo lo que decia y cuando finalmente termine de narrar lo sucedido, ella tomo aire en un profundo suspiro , dirigio su mirada hacia el techo, o talvez a la nada, como quien recuerda una historia de toda una vida pasada.

“Melina” susurró Elsa despues de un largo silencio, y hubo silencio por un rato mas.

Se llama Melina – me dijo con los ojos aguados y no es ninguna extraña, ella era mi hija.

Me quedé pasmado, no sabia que decir ni que pensar, no sabia que mi tia Elsa hubiese tenido hijos, pensaba que... nose... que era esteril o que nunca se habia encontrado con su pareja ideal, aunque pensandolo bien, en realidad nunca habia pensado en eso hasta aquel momento.

Termine mi café de un sorbo intentando espantar el sueño remanente que aun pudiese quedar, hice mi desayuno a un lado, queria escuchar la historia de la hija de mi tia Elsa, y afortunadamente, ella no se hizo de rogar.

Se que esta conversacion fue hace ya muchos años, pero es una de esas cosas que jamas se olvida, recuerdo claramente como me lo relato:

Elsa se encontraba en la plenitud de su vida, estaba casada con mi tio abuelo Victor, eran una hermosa pareja, el dinero no les hacia falta, pero los hijos si. Vivian en esa misma casa, donde yo pase aquella noche, los años pasaban uno tras otro y ellos siguieron sin poder concebir; sin embargo, un dia tuvieron la posibilidad de adoptar una niña recien nacida, no lo dudaron, la nombraron Melina.

La niña creció rodeada de mucho afecto, nunca le falto nada, haya sido material o afectivo, tuvo la mejor educacion que se podia pagar y los mejores padres que podia desear, todo era ideal. Melina sabia que no era hija biologica, pues entre ellos nunca hubo secretos; sin embargo, eso en realidad no importaba, ella era una verdadera hija y ellos unos verdaderos padres.

Una tarde de octubre, cuando Melina habia alcanzado ya los 17 años, llegó a casa su tia Iris, la hermana de Elsa, Iris parecia agonizar, se encontraba tan enferma y su salud tan deteriorada que parecia que habia llegado a aquel lugar a morir. Pero con el tiempo las cosas no se dieron asi. Unas semanas mas tarde, Iris se recuperaba notablemente, era ya una mujer alegre y jovial, pasaba la mayor parte del tiempo con Melina, hacian muchas cosas juntas, se compartian secretos y hablaban sin tabues, habia una sincera complicidad entres las dos, con el paso del tiempo se habian vuelto inseparables amigas.

Una noche, antes de irse a dormir, Melina se dirigió a la habitación de Iris con un cesto lleno de caléndulas, eran flores hermosas que habia recogido en el jardin con la idea de hacerse adornos para el cabello, la puerta de la habitación de Iris se encontraba entreabierta, la luz al interior era tenue pero podia verse con facilidad hacia dentro, cuando Melina se acercó, sintió una fuerte punzada en el estómago, dentro de la habitación vio a Iris con su padre, acariciandose como solo dos amantes lo harian, Melina quedó muda, conteniendose y en silencio, regresó a su habitación. Se sentia traicionada, defraudada, el ver a su mejor amiga con su padre la habia cambiado. Se acostó en su cama y tomó sobre su pecho el cesto con las calendulas, las tomaba una a una arrancandoles los petalos lentamente uno por vez, cada petalo evocaba un recuerdo, un resentimiento, una idea, lloró toda la noche, y no durmió ideando en como vengarse.

A la mañana siguiente, Melina no bajo a desayunar, tenia los ojos hinchados de tanto llorar pero se los disimuló como pudo, arregló una mesa de te en una esquina del jardin junto a las caléndulas, era el lugar favorito de ella y su tia Iris. Las tres se encontraban ahi, y hablaban y hablaban como si tuviesen años sin verse, tal y como de costumbre. Melina sirvió el té para ella y su madre, no alcanzó para Iris pero fue a la cocina a traer mas, lo habia endulzado con un toque de veneno.

Las tres charlaban amenamente y en medio de las risas Iris se sintió mareada, cayó inconsciente al suelo antes de siquiera poder detenerse, en pocos segundos yacia muerta sobre el cesped. Elsa abrazo a su hermana y lloró desconsolada sobre su cadaver, en medio del llanto vio a Melina que permanecia en pie junto a ella sin mostrar ninguna emocion, y con un dolo que cualquiera pudiese decir que viene del alma, Elsa le dijo a Melina: “Melina, esa mujer que acaba de morir era tu madre”.

No hubo palabras, Melina pernanecio inmóvil y en silencio... paralizada. Las caléndulas que se movian con el viento eran los únicos testigos silenciosos de aquel nefasto momento.

Mi tia Elsa me comentó que luego de eso, Melina enfermó, cayo en una profunda depresión y cuando tuvo una crisis de nervios fue ingresada en un hospital de salud mental, por lo que después se supo que era un trastorno maniaco depresivo. Se volvió apática, no reconocia a nadie, pero una tarde, en un atisbo de cordura durante una visita, le contó a Elsa todo lo sucedido anteriormente, al poco tiempo, Melina murio.

Mi tia no termino su desayuno, sus envejecidos ojos se le notaban cansados y llorosos, me dijo que a pesar de lo sucedido, nunca se fue de esa casa, decia que de vez en cuando aun podia sentir que Melina, quien para ella era un verdadera hija, aun permanecia ahi. Elsa se levantó de la mesa y dio la vuelta, luego me preguntó por mis quehaceres como si nada hubiese pasado, luego de eso, jamás volvió a hablar del tema, yo me fui de ahi esa tarde y ya no regrese nuevamente, mi tia falleció tres meses después de ese dia.

Por eso hijo mio, no debes temerle al llanto que escuchaste en las caléndulas en casa de tu prima, pues por lo que me dices, parece que ellas aún lloran la tragedia de aquella historia...